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viernes, 23 de mayo de 2014

El Creador

Desde hace ya dos años, ellos se venían juntando, compartiendo sus problemas y buscando la forma de resolver las dificultades que se les planteaban en el día a día. Sin embargo la reunión de ayer fue distinta, no sólo porque fue la última sino también por los nuevos planteos aparecieron.

- Queridos compañeros, antes de comenzar a debatir quería que escucharan la siguiente frase: “no estas ni despierto ni dormido, y ahora te digo que no estás ni muerto ni vivo.” , una oración tan fuerte y dolorosa fue la que, en el día de ayer, destruyó mi razón. Estas palabras salieron de la boca de Unamuno, aquél hombre a quien yo tanto admiraba. Este  creado de soberbia, afirmó que nosotros no éramos más que simples partes de una ficción sin embargo, compañeros, nosotros somos los que le damos la existencia a ellos y hacemos que sus relatos tenga vida.-  

Con estas palabras Augusto comenzó la reunión, causando  alboroto  en cada uno de los personajes presentes.
Sin embargo el famoso “caballero enfermo” fue el primero en romper el silencio que habían dejado las ideas anteriores.

- También, hace unos días me di cuenta yo de que no “tenía vida” , me hicieron dudar de mi existencia “No sos de carne y hueso” me dijeron por ahí ¿acaso no hay alguien que me sueña y  cuyo sueño desaparecería sin mi existencia?. Lentamente , comencé a visualizar la verdad, yo pertenecía a alguien y para poder vivir debía agadrle, y satisfacerlo cueste lo que cueste: que no podía realizar lo que se me plazca ya que yo no era quien tomaba esas decisiones.  Sin embargo soy yo quien mantiene vivo ese sueño y a ese soñador!

-Tienes toda la razón. El mismo Don Miguel dijo que el Quijote y Sancho son tan reales, ya sino más reales que Cervantes. Así que existimos, tenemos poder y ¡ellos nos necesitan!

-Pero al mismo tiempo me di cuenta que no tenía identidad. Ahí comenzaron a surgir las dudas   ¿Quién me liberará del autor? ¿Cuándo despuntará el alba que lo llamará a su trabajo? ¿Cuándo sonará la campana o cantará el gallo? ¿cuándo gritará la voz que debe despertarlo?, ¿¡CUANDO SERÍA EL MOMENTO EN EL QUE YO POSEERÍA MI ANHELADA LIBERTAD!?

- Todas la respuestas a tus preguntas, nosotros mismos la sabemos, porque estamos vivos y podemos buscarlas. En cambio, quienes no lo están, son aquellos que creen tener el poder o, como bien me dijo Unamuno, la “real gana” de hacer con nosotros lo que les plazca.
Este hombre fue quien osó decirme que no podía suicidarme porque no  tenía, vuelvo a repetir, la “real gana”-. Exclamaba enfurecido a los presentes -  Sin embargo,  ¡cada uno de nosotros pensamos, tenemos nuestra lógica interna y podemos decidir por nosotros mismos!
Nuestros creadores deberían limitarse a redactar tan solo nuestros actos, deseos y, a lo sumo, pensamientos-.

Con este discurso Augusto recibió aplausos de todos los presentes, menos del filósofo Pao cheng que con timidez entonó lo siguiente:

- Por mi parte considero que en la relación que desarrollamos con  nuestro creador, ambas partes somos indispensables. -

- ¿A qué te referís con eso?-  preguntó Augusto

- Que  nosotros, los personajes  dependemos del Autor o Soñador al igual que ellos dependen de nosotros , es decir, que si algo le sucediera al personaje sería igual de importante que si le sucediera al escritor o soñador.-

-No coincido, ellos crean a partir de nuestras aventuras, ideas y pensamientos si no tienen estas cosas, no pueden concluir su creación.- Gritó un personaje desde el fondo de la sala.

-¡No los dejemos hacer lo que se les dé la gana, luchemos!- uno pequeño contestó.

-Por favor! orden, compañeros yo sigo pensando diferente. Los creadores “crean” lo que “los creados” “pensamos” “hacemos”, ahora bien si nosotros dejamos de pensar ellos dejan de “crear” y si ellos dejan de “crear” nosotros dejamos de “hacer”o “pensar”.Nosotros somos una parte de ellos y ellos son una parte nuestra, no tengamos miedos a  trabajar en conjunto.- dijo Pao Cheng un poco molesto.

-¡Basta de dependencia!-exclamó el Caballero Enfermo - exijamos la autonomía que nos corresponde por ser esenciales en su creación.-

-Si pedimos por nuestra autonomía, por buscar nuestra identidad y libertad, dejaremos de existir!.- Pao cheng gritaba fuera de sus cabales.

- Prefiero una muerte digna que morir por decisión de ellos! Quiero ser yo quien decida  sobre mi cuerpo y sobre mi vida! .- contestó el Caballero.

- Calmados por favor, no estamos acá para discutir sobre nuestra muerte. Retomo lo que dije antes ¿no tenemos atributos que determinan nuestra acción? Así es , somos seres capaces y debemos mostrarnos como tales. Para ello ,primero, tenemos que estar todos unidos combatiendo la misma lucha, haciéndonos valer como personas, confiando  uno de los otros, - Rápidamente desvió su mirada hacia Pao Cheng - No debemos permitir que aliados de nuestros enemigos, se encuentren sentados junto a nosotros.

  Augusto había logrado que todos desplazaran sus miradas hacia Pao Cheng, aquél filósofo que se había manifestado en contra. Esas miradas agresivas,lo inhibieron al igual que a todos los que lo apoyaban.

- No creo que la forma de solucionar los problemas sea marcandome a mí como enemigo. Yo soy igual que ustedes, un personaje  pero que cree en la dependencia con su creador.-

-¡No eres igual a nosotros, te consideras un personaje ,una creación imaginaria, sujeta a las decisiones de otro!- gritaba una multitud escondida

Los gritos aumentaban, la reunión se encontraba descontrolada dividida en tres opiniones aquellos que apoyaban a Pao Cheng, aquellos que apoyaba a el Caballero Enfermo y los que estaban junto  a Augusto.

El Caballero Enfermo decide romper con el descontrol , gritando a todos -Compañeros, no nos encontramos en condiciones de continuar debatiendo la capacidad para razonar no es la misma, no nos opongamos entre nosotros.  Además las horas pasaron y  tendríamos que ir finalizando este encuentro, es momento de que volvamos con nuestros creadores, antes de que noten nuestra ausencia ¿en ese caso podrían ellos no dejarnos volver?-

-¿Pero no entendiste nada?- gritó Augusto - Ellos no deciden el poder, está en nuestras manos..¡IMPONGAMOS NOS!-

Poco a poco ,después de los alaridos y discusiones improducentes , la sala se fue vaciando, unos se fueron para confrontar a sus creadores, otros para buscar aquella libertad tan esperada, como tal hizo el Caballero Enfermo , que desde entonces solo uno ha podido verlo.

El único que quedó sentado en su silla fue Pao Cheng, el filósofo que vive desde hace ya más de tres mil quinientos años, que siguió pensando y escribiendo. Rápidamente comprendió  que seguiría solo, sentado, hasta la eternidad, con sus virtudes y sus defectos,  pero sobre todo comprendió que los personajes  como los escritores desaparecen  a menos que sigan siendo reescritos y pensados.Fue eso lo que hizo y seguirá haciendo desde ese entonces, creando y recreando historias, con  autores y personajes, sueños y soñadores.

1 comentario:

  1. Buen manejo de las argumentaciones de los distintos personajes.
    Hay algunos problemas expresivos (uso de tiempos verbales, puntuación, queísmo) y ortográficos
    Saludos

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